Escrito por la Nut. Perla Karina López Jureidini, especialista en educación poblacional para niños y papás. Maestra en nutrición clínica y educadora en diabetes.

Es curioso que al planear una boda escogemos: el lugar, los centros de mesa, las canciones con meses de anticipación y no podemos esperar a que llegue el día para ir con nuestra familia y amigas a probarnos vestidos casi 6 u 8 meses antes del gran día, para que tengamos tiempo de que le realicen las pruebas y ajustes necesarios con tiempo.

Si buscas que tu vestido soñado te quede espectacularmente, no es tarde para comenzar.

 Llegó el momento de ver por ti, de consentirte, apapacharte y cuidar no sólo tu estética, sino tu estado de salud, tanto física como emocionalmente. Nunca es tarde para comenzar. Lejos de agobiarte por la pérdida de peso, las acciones como seguir una rutina de ejercicios, hidratarte adecuadamente (tomando de 6 a 8 vasos de agua al día), y comer saludablemente, puede ser una buena forma de iniciar. Elegir un plan alimenticio por ti misma, puede ser más difícil que elegir tu vestido de novia, por ello, te sugerimos consultar a un nutriólogo experto que te asesore y guíe en tu proceso.

Algunas recomendaciones que te brindamos son:

  • No elimines alimentos. Los carbohidratos no son tus enemigos, todo está en la calidad.
    • Evita las harinas refinadas
    • Conserva los alimentos naturales e integrales como:
      • papa, quinoa, tortilla o arroz integral
    • No te dejes afectar si en algún momento no puedes seguir la alimentación que te has planteado, un gusto ocasional no es malo (se busca una relación sana con los alimentos), todo está en la cantidad, pasado ese momento retoma tu plan de alimentación.
    • Persevera, que la ansiedad no te impida continuar con tu objetivo.
      • La fruta es una buena opción para cubrir tus antojos dulces
      • Trata de evitar el azúcar y alimentos industrializados
    • Evita la comida rápida a excepción de ensaladas, ya que contienen muchos carbohidratos, grasas y sodio (mucha sal). Como consecuencia estarás ingiriendo muchas calorías, esto puede afectar tu digestión e inflamarte, además de que podrías retener más líquidos y estar hinchada.
    • No pases hambre. Comer de menos no siempre es sinónimo de bajar de peso, si no cubres las necesidades básicas de tu cuerpo comenzará a reservar energía en forma de grasa. Un especialista en nutrición podrá́ determinar el número de kilocalorías diarias que nuestro cuerpo necesita a partir de datos como el sexo, la estatura, el peso y el nivel de actividad física.
    • Evita alimentos altos en sal o glutamato monosódico, ya que pueden provocar que retengas líquidos.
    • Limpia tu alacena y depura tu refrigerador, ¿qué mejor forma de eliminar antojos que no teniéndolos al alcance de tu mano?.
    • Comer entre comidas está permitido. El número de ingestas diarias vendrá determinado por las necesidades individuales de cada uno. Si tu cuerpo te pide comer cada pocas horas, realiza comidas más pequeñas pero frecuentes.
    • Reduce la cantidad de bebidas alcohólicas que consumes en tus festejos pre-boda, eso te ayudará a no consumir un exceso de calorías en tus bebidas.
    • Trata de cenar más ligero.
    • Las verduras son tus mejores aliadas, en periodos de ansiedad, verduras como las zanahorias o los apios te ayudarán a calmar esas ganas de comer lo que se te ponga enfrente, y el crujido calmará tus nervios.

 Lleva una rutina fitness

Es necesario también hacer hincapié en la necesidad de combinar nuestra alimentación saludable y balanceada con una rutina de fitness.

  • El objetivo: llegar a la boda en forma y con un aspecto saludable, si lo que queremos es reducir centímetros de cintura, al tiempo que tonificamos la piel, la práctica de ejercicio más recomendable en esta recta final es la que combina cardio (que además de disparar la quema de calorías ayuda a eliminar los líquidos acumulados y las retenciones de líquidos provocadas, por ejemplo por el alcohol y la sal), y las pesas, que ayuda poco a poco a aumentar la masa muscular. Las pesas son un trabajo de fondo, que da resultado con mucha paciencia y al cabo de varios meses de acudir regularmente al gimnasio, tanto el ejercicio cardiovascular como el que se orienta a la masa muscular son necesarios en estos tres últimos meses si lo que queremos es que la silueta se tonifique.
    • Busca el consejo de un licenciado en entrenamiento físico para prevenir posibles lesiones (a veces lo que se recomienda es reservar las últimas cuatro semanas a los deportes de bajo impacto, para prevenir lesiones de última hora), o planificar un calendario de ejercicios específicos, que se centre en diferentes grupos de músculos dependiendo del tipo de vestido. Este tipo de planes son más fáciles de seguir ya que alternan las rutinas por días, y suelen apreciarse los resultados a simple vista.
    • Si no cuentas con el apoyo de un entrenador, sal a caminar, trotar o correr, pero hazlo en forma constante, al menos dos o tres veces por semana. Puedes invitar a tu pareja a ejercitarse juntos. También puedes seguir alguna rutina específica de Youtube, Instagram o alguna app que hayas descargado con este fin.
    • Enfoca tu rutina de ejercicios en esa parte del cuerpo que deseas lucir según el estilo de tu vestido. Si elegiste un strapless, fortalece tus brazos y espalda. Si es un corte sirena, enfócate en tu cintura, abdomen y glúteos.
    • No olvides que al iniciar y al finalizar es importante realizar ejercicios de estiramiento, cuando un grupo muscular está rígido, impide que otros, se ejerciten correctamente. Además de mejorar tu flexibilidad, aumentarás la fuerza y ​​resistencia.

Duerme bien

Por último, pero no menos importante, para que tus esfuerzos tengan un verdadero efecto, es necesario dormir bien (de 7 a 8 horas diarias) es el mejor secreto para bajar de peso y permitir el crecimiento muscular. No dormir lo suficiente, provoca que tu metabolismo se vuelva lento, acumulando la grasa en esos lugares que no deseas además de que te puede provocar un aumento de apetito.